Si te gusta mi blog, segui mis actualizaciones.

jueves, diciembre 03, 2009

Oliverio para ella...

Disparos como palabras

Sé todo. Sé del fuego en el vientre, y sé del frío en el vientre. Sé de guerras y de alianzas. Sé del tedio y de la euforia. Sé de pactos y traiciones. Sé de los besos y de las mentiras. Sé del punto de fuga por el que la carne vibra. Se dónde explota el dolor y dónde nace la risa. Pero no sé a dónde van estas palabras, no sé si apuntan, si disparan, si matan, ni siquiera sé si ellas mismas sobreviven al ocaso.


Deshoras

Las miserias de estas horas que no transcurren matan. Si no me matan, me sumen en un letargo intransitable. La pesadez de los segundos me sofoca. La inmoratalidad de los minutos me consume. Paseo pensamientos y recito memorias, pero las palabras siguen retenidas, las manos atadas, los pies en tregua indefinida, y yo, que recito incansablemente, ya no resisto esta agonía.


No soy yo.
Son mis palabras,
que se escurren entre mis dientes
y se filtran por el espacio mínimo
que hay entre mis labios.
Y dicen lo que yo intento decir con la mirada,
y gritan lo que mi conciencia silencia,
y piden lo que mi cuerpo reclama incansable:
a vos.


Escribo porque esta incertidumbre me mata. Escribo porque no entiendo cómo siendo el mundo tan enorme, tan inconmesurable, tan desconocido para mí que no conozco más mundos que masmédulas, más paraísos que mis sueños, más cielo que el que se recorta en mi ventana, cómo entonces ese mundo se reduce, se comprime, se agota en un instante en el que mis ojos dejan de buscar las partes dispersas porque encuentran reunidos todos los mundos, todos los paraísos, todos los sueños y todos los cielos en los tuyos tan azules.


No voy a hablar de la felicidad. Ni siquiera voy a mencionarla. Prefiero hablar de cotidianeidades. Prefiero hablar del olor de las tostadas, del sol en una punta de mi ventana, en función privada, sólo para mí. Prefiero hablar del placer de una tarde de lluvia, de la agonía del día, de la comida casera. Prefiero hablar de mis mañanas domingueras, con libros, mate, medialunas, todo, todo en la cama. Prefiero hablar del olor a asado y de las tardes enteras a la sombra. Prefiero hablar del encuentro furtivo con un libro imposible, escondido desde hace años en el último estante. Prefiero hablar de fisuras por donde se filtran en cualquier momento las caras amigas. Prefiero hablar de noches de café, de viajes y de mochilas. Prefiero hablar de la propagación de risas, de las interminables discusiones en torno a lo absurdo.
Prefiero revivir nuestros abrazos-besos-batallas. Prefiero hacer un intinerario de nuestros viajes quiméricos. Prefiero hablar de futuros inmediatos, de onomatopeyas inventadas, de estadísticas falsas. Prefiero hablar de vos con todos los personajes imaginarios que viven conmigo. Prefiero pensar en vos, y dispersarme y volver a pensar en vos, siempre. A vos. Te prefiero a vos.

Lo que más quiero en el mundo

Quiero volverme hacia adentro. Quiero mirar a través de todo. Quiero tocar el fondo, descubrir la profundidad más profunda. Quiero caerme en pozos ciegos y despertarme en cavernas alegóricas. Quiero el norte y quiero el sur. Quiero lluvia con sol. Quiero todo.
Si supiera dibujar, ilustraría un universo nuevo, de colores más irreverentes, de superficies más delgadas, de opacidades brillantes, de lógicas contradictorias, de dudas rotundas, de abrazos-palabras, de besos-batallas, de guerras de pies, de camas-islas, de viajes hipotéticos, de frases imposibles, de palabras inventadas, mío y tuyo y de nadie más.

No hay comentarios.: